lunes, 29 de diciembre de 2008

DIVORCIO DE LOS PADRES


Divorcio de los padres y las consecuencias para los hijos

El número de divorcios y de separaciones ha aumentado considerablemente en los últimos años. El número de divorcios había aumentado un 47% y el de separaciones matrimoniales en más de un 50%. Eso significa que muchos niños (los hijos) estarán ingresando en situaciones para las cuales no están preparados. Y aunque pensemos que es mejor que la pareja se separe de que continúen viviendo situaciones conflictivas de convivencia, indudablemente, una separación afectará a sus hijos. En todo caso, si el niño está viviendo situaciones no idóneas, por ejemplo, de constantes peleas, discusiones, que terminan en maltrato, problemas de alcoholismo o drogas, y que el ejemplo de su padre y/o madre no sea el más adecuado, será más beneficioso para él que sus padres se separen. Esta comprobado que el niño sufre mucho más en situaciones en que los padres son infelices juntos que cuando deciden vivir separados. Los niños quieren sentir que sus padres son felices. Es importante considerar que al tomarse la decisión de separarse que se analice primero la relación con los hijos, los cambios que éstos pueden sufrir, las razones que tendrán que presentar a los hijos, y sobretodo que su decisión no afecte ni comprometa a las necesidades básicas de los niños. El niño continuará necesitando de cariño, de cuidados, de atención, de apoyo, comprensión, etc..

Padres separados y los hijos

Aunque separados, la pareja ya no es una pareja de matrimonio pero jamás dejará de ser una pareja de padres para sus hijos. No se puede olvidar que los niños tienen derechos y necesidades básicas como la alimentación, el alojamiento, el cuidado cuanto a la salud, la educación, la vestimenta, en resumen, atenciones de todo tipo. Los niños sólo se sentirán seguros si existe un clima de confianza, respeto, y de afecto con sus padres. Considerando estos derechos, los padres deberían ofrecer una educación basada en valores como el optimismo, la responsabilidad y la familia, brindando a sus hijos con una convivencia civilizada, integradora y social, observando el comportamiento de sus hijos y estando a su lado en todas las horas en las que necesiten y no solo durante las establecidas visitas. Todo eso, aparte de las obligaciones económicas para la manutención de todas las necesidades básicas de los niños.

RECOMENDACIONES

Si a ti te toca vivir una situación como esta no tienes porque sentirte mal, recuerda que no eres el primer ni mucho menos el ultimo caso de separación de padres.

Siempre recomiendo que el origen de estos conflictos están cuando uno inicia una relación, si no eliges a la pareja ideal de seguro que sufrirás las consecuencias de tu elección.

Cuando uno se enamora se ciega muchas veces y termina viviendo para la otra persona y se olvida de uno mismo.

Luego se casan sin amarse y es ahí donde explotan los conflictos y los mas afectados son indudablemente los hijos. Por eso no hagas sufrir a tu familia o a tus hijos. Elige una pareja con la cual puedas compartir tristezas y alegrías y sea tu complemento para surgir como persona y como familia.

No tengas hijos por tenerlos, no traigas al mundo niños infelices, piensa con la cabeza fría y evita el sufrimiento de tus seres queridos.

sábado, 13 de diciembre de 2008

CONTROLAR LAS EMOCIONES

APRENDIENDO A CONTROLAR LAS EMOCIONES

El sentir emoción ante un hecho, es una reacción natural del ser humano que nos hace darnos cuenta que estamos vivos y nos ayuda a relacionarnos con los demás, por lo tanto no tenemos que sentirnos mal cuando experimentamos alguna de ellas.
Cada día estamos expuestos a diversas situaciones que nos generan una variedad de emociones, expresar emoción por lo que estamos sintiendo forma parte de nuestra naturaleza humana y nos ayuda a que las demás personas nos conozcan mejor y puedan también comprendernos.
Existen emociones negativas y positivas, las negativas como el odio, la ira, la cólera nos hacen sentir mal y nos ocasionan dificultades en nuestra relación con los demás. Otras como la tristeza, la pena, nos quitan fuerza y vitalidad para continuar con nuestras actividades diarias. Muchas veces cuando tenemos una emoción negativa nos reprimimos y esto nos perjudica porque esta emoción y este malestar puede acompañarnos durante mucho tiempo.En cambio las emociones positivas como la alegría, el amor, el optimismo, nos hacen sentir bien y nos llenan de energía y fuerza.Es por eso que debemos tratar de experimentar más emociones positivas que negativas.
Por otro lado las personas tenemos diversas formas de reaccionar ante una misma situación, algunos pueden reaccionar de una manera intensa y otros de manera tranquila y esto tiene que ver con muchos factores como la personalidad, la crianza, la cultura, etc.
No debes sentirte mal por expresar tus emociones pero si debes saber que expresarlas requiere que seas capaz de controlarlas y darle una forma de expresión adecuada. Esto se llama autocontrol emocional.Lo importante es que puedas aprender a conocer cómo es que reaccionas ante determinada situación y en algunos casos, puedas ajustar tus reacciones emocionales. Para lo cual cuando aparece una emoción debes:


- Saber reconocer qué tipo de emoción es.
- Clasificarla en positiva o negativa.
- Aprender a expresarla de la manera más adecuada tanto para ti como para los demás.

Si quieres aprender a controlar tus emociones debes aprender a controlar tus pensamientos, de esta manera te vas a sentir mejor, vas a estar más contenta contigo mismo y con los demás.

jueves, 11 de diciembre de 2008

ORIENTACIÓN SEXUAL PARA PADRES




GUÍA PRÁTICA


Vivimos en un mundo muy sexualizado. Hay mensajes a todo nuestro alrededor— en la radio y televisión, en las películas, las revistas, y la música. El sexo se usa para vender todo desde el jabón hasta los autos.
Los lideres y los programas de farándula también tienen mucho que decir acerca del sexo. También las personas dicen mucho en las tiendas, en la calle y en nuestras casas. Y nuestros hijos lo oyen todo. Pero a pesar de que se habla tanto, nuestros hijos no reciben mucha información útil.
Muchos niños se confunden perciben riesgos, temores, etc.. acerca de la sexualidad.

Frecuentemente el abuso sexual, las enfermedades transmitidas sexualmente y embarazos no deseados dan forma a sus vidas. Queremos que nuestros niños tengan vidas saludables y gratificantes. Y todos sabemos que es importante enseñarles acerca del sexo. Pero para muchos de nosotros encontramos que es difícil hablar sobre el sexo — especialmente con nuestros niños. Este documento puede facilitárselo.

Es fundamental el consenso acerca de lo que se dice y se practica tanto en casa como en el colegio a través de la educación y sus planes de estudios.


¿Que es la sexualidad?

Todos somos sexuales. Nuestra sexualidad incluye: •nuestros cuerpos y como funcionan •nuestro genero — si somos mujer u hombre •nuestra identidad de genero — como nos sentimos acerca de ser mujer u hombre •nuestra orientación sexual — si somos heterosexuales, homosexuales o bisexuales •nuestros valores sobre la vida, el amor y las personas en nuestras vidas. Y la sexualidad influye como nos sentimos sobre todas estas cosas y como experimentamos el mundo.

¿Porque Los Niños Necesitan Saber Acerca de La Sexualidad?

Entendiendo la sexualidad ayuda a los niños a manejar sus emociones y la presión de sus amistades y compañeros. Con esta información, ellos pueden tomar control de sus vidas y tener todo tipo de relaciones amorosas. También les protege contra el abuso sexual y que se conviertan en abusadores sexuales. Los niños aprenden sobre su sexualidad desde el día que nacen. El hogar puede ser el lugar mas significativo para aprenderlo. Podemos ayudar a que nuestros niños se sientan positivos sobre su sexualidad desde la infancia. Así nos tendrán confianza para hacernos preguntas en el futuro.

¿Es Posible Dar Demasiada Información?

No. La información no atenta a los niños a ser activos sexualmente. Los jóvenes pueden hacer mejores decisiones sobre el sexo cuando tienen toda la información que necesitan y cuando no hay tabú acerca lo que pueden hablar en la casa¿Y Si Me Siento Incomodo(a) Hablando Sobre El Sexo?

Siéntase acompañado(a). La mayoría de nosotros nos sentimos así y no debe sorprenderse:

•Muchos de nosotros aprendimos que el sexo era demasiado “sucio” para discutirlo.
•Muchos de nosotros tenemos miedo de no tener todas las respuestas.
•Para algunos es difícil admitir que nuestros niños son sexuales.
•Es mas, es difícil para algunos de nosotros admitir que nosotros mismos somos sexuales.
•Y algunos de nosotros tememos los sentimientos sexuales normales que existen entre nuestros niños y nosotros. Pero puede hablar abiertamente con ellos acerca de sus sentimientos.

Puede empezar diciendo algo como “Se me hace difícil hablar sobre esto. Mis padres y yo nunca discutimos estas cosas. Pero yo quiero que tu tengas a alguien con quien hablar sobre esto.” No trate de esconder sus sentimientos o evitar el tema. Eso solo lo hará peor. Empiece una conversación y sigua conversando abiertamente desde el principio. Acuerde — que la información sobre la sexualidad es igual de importante como la comida, la protección y el cuidado amoroso.

¿Cuándo Es El Mejor Tiempo Para Empezar?

Es mejor empezar en cuanto los niños empiezan a recibir mensajes sobre la sexualidad. Y empiezan a recibirlos desde el momento en que nacen. Pero no se preocupe si no ha empezado todavía. Nunca es demasiado tarde. Solo que no trate de hacerlo de un solo. Lo más importante es tener una actitud abierta y estar disponible cuando su niño quiera hablar.

¿Que Es Lo Que Quieren Saber Los Niños?
¿Que Es Lo Que Necesitan Saber?
¿Cuando Lo Necesitan Saber?

Lo que los niños quieren saber, es que si son “normales.” Les podemos ayudar a entender que es “normal” que todos seamos diferentes. Es mas, la lección mas importante que podemos compartir con nuestros niños es eso mismo: El ser diferente es normal. Aquí puede ver como ayudar a los niños en diferentes etapas de la vida.

Del Nacimiento a los Dos Años:

A los bebes les damos un sentido de quienes son desde que nacen. Les hacemos sentir seguros o inseguros mediante: •la forma en que los tocamos •la forma en que les damos de comer, los lavamos y cambiamos los pañales •con el tono de nuestra voz •permitiéndoles que se sientan cómodos con sus cuerpos y sus emociones Ellos pueden desarrollar sentimientos saludables sobre su sexualidad si hacemos todas estas cosas de un modo agradable y cariñoso. Los niños exploran sus cuerpos. Aprenden rápidamente que se siente agradable tocar sus órganos sexuales. Es bueno dejarlos disfrutar esto. Si les gritamos o les pegamos en las manos, lo harán de todos modos — pero se sentirán culpables. Y no nos tendrán confianza mas adelante en sus vidas cuando necesiten orientación sobre el sexo. También es importante que los niños aprendan que el orinar y defecar son funciones saludables y normales.

De Tres a Cinco Años:

Cuando llegan a los tres años, los niños ya saben que las mujeres y los hombres tienen diferentes órganos sexuales. Hay que hablar sobre ellos de la misma forma que se habla de la nariz, los codos y los dedos. Siempre use los nombres correctos de los órganos sexuales. Debe usar “vulva,” “pene,” y “senos” en vez de palabras de familia o de la calle. De lo contrario puede ser que los niños se formen una idea que estas partes del cuerpo tienen algo de “malo.” Los niños pequeños tienen curiosidad sobre los cuerpos de sus padres y de otros niños. Pueden jugar de “doctor” para mirarse los órganos sexuales. Esto es una forma muy normal para que los niños averigüen las diferencias y aprendan sobre su sexualidad. Usted puede decidir si quiere permitirlo o no. Pero no ayuda castigarlos por ser normales. Los niños de tres años también desarrollan curiosidad en cuanto a “¿De donde vienen los bebes?” No tiene que describir lo que es la relación sexual en este momento. La respuesta debe ser sencilla en esta etapa. Puede decir algo como, “Los bebes crecen en un lugar especial adentro de la mamá.” A medida que van pasando los años puede agregar detalles cuando su niño(a) pueda entenderlos. Los niños de cuatro años se apegan mucho a su padre o madre — aun si uno de ellos está ausente. Es más, pueda que el niño(a) sienta celos de la madre, el padre o la pareja de su madre o padre. Ellos pueden encariñarse con padres u otras personas que los cuidan sin importar el sexo de la persona. Ninguna de estas relaciones quiere decir que la niña o el niño sea homosexual o heterosexual. Debemos dejar que los niños se sientan cómodos con cualquier relación que formen. No debemos burlarnos de ellos si tienen “novio” o “novia.” Los niños de cuatro años pueda que quieran estar en la cama con sus padres u otras personas que los cuidan. Es posible que también quieran verlos sin ropa. Debemos de establecer limites que son cómodos para nuestras familias. Pero no debemos castigar a los niños por tener estos deseos.

De Cinco a Siete Años:

Los niños normalmente son menos apegados con los padres o con las personas que los cuidan a esta edad. Ellos están empezando a descubrir su propia feminidad o masculinidad. Y puede ser que solo quieren estar con personas de su mismo sexo. Por eso es muy común que digan que odian a los niños del sexo opuesto. Otra vez, es mejor no burlarse de ellos por esto. Es posible que los niños en la escuela primaria tengan pena de hacer preguntas. Pero, eso no quiere decir que no tienen preguntas. La mayoría han oído acerca de cosas como el SIDA, la violación, y el abuso de niños. Así que siga hablando con ellos. Las fantasías sexuales sobre miembros de la familia de los dos sexos también son comunes. Puede ser que los niños se sienten preocupados por estos pensamientos. Hay que asegurarles que el solo pensar o soñar en algo no hace que se vuelva realidad.

Los Pre-adolescentes (ocho a 12 años) necesitan toda la información acerca de la menstruación, los sueños mojados y otras señales de la madurez. Los pre-adolescentes se preocupan mucho si son “normales.” Los varones se preocupan por el tamaño de su pene. Las niñas se preocupan por el tamaño de sus senos. Asegúreles que no hay dos personas iguales. Debemos dejar que los jóvenes encajen con los niños de su edad. Pero también debemos animarlos a que piensen por si mismos.

La mayoría de los niños tocan sus órganos sexuales para sentir placer. La masturbación es muy común durante esta etapa. Es importante que les aseguremos a los niños que la masturbación es normal — pero que se debe hacer en privado.
Los niños están fascinados en la forma que cambian sus cuerpos. Es común que miren y toquen sus órganos sexuales. Esto es una de las formas en que aprenden que son normales. Esto lo hacen con amigos de los dos sexos. Esta clase de juego sexual no hace que un niño(a) sea homosexual o heterosexual.
La mayoría de los niños ya mayores años ya están listos para saber acerca del sexo y la reproducción. Quieren saber sobre las relaciones sexuales y relaciones sociales. Necesitan saber acerca de las infecciones transmitidas sexualmente, los métodos anticonceptivos, y las consecuencias del embarazo durante la adolescencia. Y necesitan saber como todo esto puede afectar su vida.

Los jóvenes deben aprender como decir “no” y entender lo que es el “sexo seguro.” El “sexo seguro” reduce el riesgo de transmitir infecciones transmitidas sexualmente. Deben saber como tener relaciones sin herirse o herir a otras personas. Y deben saber que ellos son responsables por lo que hacen.

Los adolescentes pueden ser blancos fáciles para los malos consejos y la presión de sus amistades y compañeros ( as). Asegúreles que su sexualidad y sus sentimientos son normales. Los jóvenes homosexuales necesitan aun más seguridad de que son normales.
Todos los adolescentes tienen que tomar decisiones sexuales. Los padres y sus niños pueden considerar la siguiente lista de preguntas. Los padres pueden pensar como ellos hubieran contestado estas preguntas cuando ellos eran niños:

• Sabes lo que es ser " virgen"¿Estas apenado de ser “virgen?”
•¿Sabes como protegerte contra el embarazo y las infecciones?
•¿Te están presionando a tener relaciones sexuales?
•¿El tener relaciones sexuales te hará sentirte diferente sobre ti mismo(a)?
•¿Crees que el tratar de ser popular es una buena razón para tener relaciones sexuales?
•¿Estas considerando tener relaciones sexuales por que estas enojado(a) con tus padres?
•¿Sabes cuales son tus limites?
•¿Vas a poder decirle a tus compañeros sexuales cuales son tus limites?
•¿Estas emocionalmente y económicamente preparado(a) para aceptar las consecuencias de un embarazo o de una enfermedad?

CONSEJOS PARA PADRES


•Sea un buen ejemplo para demostrar a los niños como se enriquece la vida a través de los valores.
•Asegúreles que son normales.
•Desarrolle el auto-estima de sus hijos — reconozca sus talentos y logros, de consejos constructivos y evite la critica y el castigo.
•Respeta la privacidad del adolescente tanto como valora su privacidad. No curiosee.
•Use nombres correctos para los órganos sexuales y los comportamientos sexuales.
•Aproveche los “momentos oportunos para la enseñanza.” El embarazo de una amistad, chismes en el vecindario o programas en la televisión pueden ayudar a empezar una conversación.
•Incluya temas como la orientación sexual, el abuso sexual y la prostitución.
•Sea claro en cuanto a sus valores y déjeles saber a los jóvenes que hay otras personas con diferentes valores sobre la sexualidad. Enséñeles que es importante respetar esas diferencias. •No use tácticas para asustarlos para evitar que los jóvenes tengan relaciones sexuales — eso no funciona. •De respuestas honestas, cortas y sencillas.
•Admita cuando no sabe la respuesta. Podemos ayudarles a nuestros niños a encontrar la respuesta en un libro o algún otro lado.
•No asuma nada. Por ejemplo, si el niño o la niña le pregunta “¿Qué edad tiene que tener para tener relaciones sexuales?” no quiere decir, “Estoy pensando en tener relaciones sexuales.”
•Que sepan los niños que usted está disponible y acostumbre a compartir lo que esta pensando y sintiendo.
•Hágales preguntas aunque ellos no las hagan — preguntas sobre lo que piensan y lo que saben. •Decida lo que quiere decir acerca de sus sentimientos y valores antes de hablar.
•Deje que sus expresiones faciales, el tono de voz y el lenguaje del cuerpo apoye lo que dice con las palabras.
•Conozca el mundo en que viven nuestros niños. ¿Que presiones están viviendo? ¿Que es lo que ellos consideran normal?


POR: JUAN OLÓRTEGUI CÁDENAS

CÓMO SER MEJORES PADRES

GUÍA PRÁCTICA

INTRODUCCIÓN


Hoy en día todos sabemos que es muy difícil ser un buen padre, o tan solo un padre. Con el aumento de los divorcios, separaciones, madres solteras y las familias en las que el padre y la madre trabajan fuera de casa, el tiempo que queda para los hijos es muy escaso. Aun así, tengo el convencimiento de que, independientemente del ritmo de trabajo o de la situación vital de cada miembro de la familia, es posible ser mejor padre de lo que se es. Siempre tenemos tiempo para cambiar y mejorar.
Ser mejor padre aunque no sea sencillo, puede conseguirse siguiendo unos pocos principios que hay que poner en práctica a diario, los cuales enumeraré a continuación:


· PRINCIPIO 1: No se involucre en luchas de poder de las que es probable que nadie salga victorioso.

· PRINCIPIO 2: Diga cosas agradables a sus hijos de vez en cuando, sobre todo si no se lo esperan.

· PRINCIPIO 3: Es importante ser raro. No deje que los hijos piensen que son más raros que sus padres.

· PRINCIPIO 4: No haga cosas por sus hijos que ellos sean capaces de hacer por sí mismos, a menos que esté seguro de que le devolverán el favor.

· PRINCIPIO 5: Hay que tener una autoestima alta. Si el padre no la tiene, sus hijos tampoco.

· PRINCIPIO 6: Aprenda a pedir disculpas cuando no cumpla sus propias cotas de exigencia al tratar a sus hijos.

¿Por dónde empezamos?

Lo primero que debe saber es que no hay padres perfectos. Criar a los hijos no es
una ciencia exacta. Los éxitos y los errores son parte de la difícil tarea de ser padres.
Empiece a pensar qué tipo de madre o padre desea ser. Esta guía le ofrece información
que está basada en investigaciones para llegar a ser:

Padres eficaces
Sus palabras y acciones influyen su hijo en la forma en la que usted lo desea que influyan.

Padres coherentes
Siga principios y prácticas similares tanto en lo que dice como en lo que hace.

Padres activos
Participe en la vida de su hijo.

Padres atentos
Siga con atención la vida de su hijo y observe lo que está pasando en ella.

Los cinco papeles fundamentales de ser padres son:

RES P O N D E R a su hijo en forma adecuada
PREVENIR comportamientos arriesgados o problemas antes de que ocurran.
SUPERVISAR las relaciones de su hijo con el mundo que lo rodea.
ACONSEJAR a su hijo para apoyar y fomentar comportamientos deseados.
SERVIR de modelo con su propio comportamiento para dar un ejemplo coherente y positivo a su hijo.

FAMILIA: DIEZ MANDAMIENTOS PARA SER BUENOS PADRES

1. Demuéstrale lo mucho que le quieres.

Todos los padres quieren a sus hijos pero ¿se lo demuestran cada día?, ¿les dicen que ellos son lo más importante que tienen, lo mejor que les ha pasado en la vida? No es suficiente con atender cada una de sus necesidades: acudir a consolarle siempre que llore, preocuparse por su sueño, por su alimentación; los cariños y los mimos también son imprescindibles. Está demostrado; los padres que no escatiman besos y caricias tienen hijos más felices que se muestran cariñosos con los demás y son más pacientes con sus compañeros de juegos. Hacerles ver que nuestro amor es incondicional y que no está supeditado a las circunstancias, sus acciones o su manera de comportarse será vital también para el futuro. Sólo quien recibe amor es capaz de transmitirlo. No se van a malcriar porque reciban muchos mimos. Eso no implica que dejen de respetarse las normas de convivencia.





2. Mantén un buen clima familiar

Para los niños, sus padres son el punto de referencia que les proporciona seguridad y confianza. Aunque sean pequeños, perciben enseguida un ambiente tenso o violento. Es mejor evitar discusiones en su presencia, pero cuando sean inevitables, hay que explicarles, en la medida que puedan comprenderlo, qué es lo que sucede. Si nos callamos, podrían pensar que ellos tienen la culpa. Si presencian frecuentes disputas entre sus padres, pueden asumir que la violencia es una fórmula válida para resolver las discrepancias.

3. Educa en la confianza y el diálogo.

Para que se sientan queridos y respetados, es imprescindible fomentar el diálogo. Una explicación adecuada a su edad, con actitud abierta y conciliadora, puede hacer milagros. Y, por supuesto, ¡nada de amenazas! Tampoco debemos prometerles nada que luego no podamos cumplir; se sentirían engañados y su confianza en nosotros se vería seriamente dañada. Si, por ejemplo, nos ha surgido un problema y no podemos ir con ellos al cine, tal como les habíamos prometido, tendremos que aplazarlo, pero nunca anular esa promesa.

4. Debes predicar con el ejemplo.

Existen muchos modos de decirles a nuestros hijos lo que deben o no deben hacer, pero, sin duda, ninguno tan eficaz como poner en práctica aquello que se predica. Es un proceso a largo plazo, porque los niños necesitan tiempo para comprender y asimilar cada actuación nuestra, pero dará excelentes resultados. No olvidemos que ellos nos observan constantemente y "toman nota". No está de más que, de vez en cuando, reflexionemos sobre nuestras reacciones y el modo de encarar los problemas. Los niños imitan los comportamientos de sus mayores, tanto los positivos como los negativos, por eso, delante de ellos, hay que poner especial cuidado en lo que se dice y cómo se dice.

5. Comparte con ellos el máximo de tiempo.

Hablar con ellos, contestar sus preguntas, enseñarles cosas nuevas, contarles cuentos, compartir sus juegos... es una excelente manera de acercarse a nuestros hijos y ayudarles a desarrollar sus capacidades. Cuanto más pequeño sea el crío, más fácil resulta establecer con él unas relaciones de amistad y confianza que sienten las bases de un futuro entendimiento óptimo. Por eso, tenemos que reservarles un huequecito diario, exclusivamente dedicado a ellos; sin duda, será tan gratificante para nuestros hijos como para nosotros. A ellos les da seguridad saber que siempre pueden contar con nosotros. Si a diario queda poco tiempo disponible, habrá que aprovechar al máximo los fines de semana.

6. Acepta a tu hijo tal y como es.

Cada crío posee una personalidad propia que hay que aprender a respetar. A veces los padres se sienten defraudados porque su hijo no parece mostrar esas cualidades que ellos ansiaban ver reflejadas en él; entonces se ponen nerviosos y experimentan una cierta sensación de rechazo, que llega a ser muy frustrante para todos. Pero el niño debe ser aceptado y querido tal y como es, sin tratar de cambiar sus aptitudes. No hay que crear demasiadas expectativas con respecto a los hijos ni hacer planes de futuro. Nuestros deseos no tienen por qué coincidir con sus preferencias.

7. Enséñale a valorar y respetar lo que le rodea.

Un niño es lo suficientemente inteligente como para asimilar a la perfección los hábitos que le enseñan sus padres. No es preciso mantener un ambiente de disciplina exagerada, sino una buena dosis de constancia y naturalidad. Si se le enseña a respetar las pequeñas cosas -ese jarrón de porcelana que podría romper y hacerse daño con él, por ejemplo-, irá aprendiendo a respetar su entorno y a las personas que le rodean. Muchos niños tienen tantos juguetes que acaban por no valorar ninguno. A menudo son los propios padres quienes, como respuesta a las carencias que ellos tuvieron, fomentan esa cultura de la abundancia. Lo ideal sería que poseyeran sólo aquellos juguetes con los que sean capaces de jugar y mantener cierto interés. Guardar algunos juguetes para más adelante puede ser una buena medida para que no se vea desbordado y aprenda a valorarlos.

8. Los castigos no le sirven para nada.

Los niños suelen recordar muy bien los castigos, pero olvidan qué hicieron para "merecerlos". Aunque estas pequeñas penalizaciones estén adecuadas a su edad, si se convierten en técnica educativa habitual, nuestros hijos pueden volverse increíblemente imaginativos. Disfrazarán sus actos negativos y tratarán de ocultarlos. Podemos ofrecerles una conducta aceptable con otras alternativas.

9. Prohíbele menos, elógiale más.

Para un crío es tremendamente estimulante saber que sus padres son conscientes de sus progresos y que además se sienten orgullosos de él. No hay que escatimar piropos cuando el caso lo requiera, sino decirle que lo está haciendo muy bien y que siga por ese camino. Reconocer y alabar es mucho mejor que lo que se suele hacer habitualmente: intervenir sólo para regañar. Siempre mencionamos sus pequeñas trastadas de cada día. ¿Por qué no hacemos lo contrario? Si, con un gesto cariñoso o un ratito de atención resaltamos todo lo positivo que nuestros hijos hayan realizado, obtendremos mejores resultados.

10. No pierdas nunca la paciencia.

Difícil, pero no imposible, Por más que parezcan estar desafiándote con sus gestos, sus palabras o sus negativas, nuestro objetivo prioritario ha de ser no perder jamás los estribos. En esos momentos, el daño que podemos hacerles es muy grande. Decirles: "No te aguanto"; "Qué tonto eres"; "Por qué no habrás salido como tu hermano" merman terriblemente su autoestima. Al igual que sucede con los adultos, los niños están muy interesados en conocer su nivel de competencia personal, y una descalificación que provenga de los mayores echa por tierra su autoconfianza. Contar hasta diez, salir de la habitación..., cualquier técnica es válida antes de reaccionar con agresividad ante una de sus trastadas.En caso de que se nos escape un insulto o una frase descalificadora, debemos pedirles perdón de inmediato. Reconocer nuestros errores también es positivo para ellos.